El atún es uno de los pescados más consumidos en nuestro país y el mundo. Su carne posee grasa rica en ácidos grasos como el omega-3, que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, lo que disminuye el riesgo de aterosclerosis y trombosis. Por este motivo, es recomendable el consumo de atún y otros pescados azules en caso de enfermedades cardiovasculares.
Entre los beneficios que contiene el atún sobresalen su alto contenido de vitaminas y minerales. Entre las vitaminas del grupo B destacan la B2, B3, B6, B9 y B12.
Estas vitaminas permiten que el cuerpo aproveche de los nutrientes energéticos, además, intervienen en los procesos como la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético y el funcionamiento del sistema nervioso y de defensas, entre otros.
El atún contiene también cantidades significativas de vitaminas liposolubles (solubles en grasa) como la A y la D. La primera contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo. Además, favorece la resistencia frente a las infecciones y es necesaria para el desarrollo del sistema nervioso y para la visión nocturna.
Por otra parte, la vitamina D favorece la absorción de calcio y su fijación al hueso, además de regular el nivel de calcio en la sangre.