El sistema respiratorio es el responsable de suministrar oxígeno a la sangre. Tus pulmones te permiten absorber oxígeno y expulsar dióxido de carbono. La tráquea filtra el aire que respiras, mientras que el diafragma (un músculo redondo) permite la respiración saludable. Entre las enfermedades que interfieren con la respiración se incluyen la bronquitis, el asma, el cáncer de pulmón, el enfisema, la fibrosis quística y las infecciones respiratorias superiores, como la sinusitis.
Además de seguir un estilo de vida saludable y tomar medicamentos, cuando sea necesario, ciertos alimentos pueden fortalecer el sistema respiratorio.
Los pescados grasos, como el atún son excelentes fuentes de ácidos grasos omega 3, que son grasas saludables asociadas con la buena salud cardíaca y la función cerebral. Según una investigación llevada a cabo por el U.S. Department of Health and Human Services, las grasas omega 3 pueden aliviar la dificultad para respirar y mejorar otros síntomas asmáticos.
