El atún es un alimento sumamente rico en diferentes nutrientes que ayudan a mantenernos saludables. Entre los nutrientes que posee el atún, destacan los ácidos grasos omega-3, mismos que ayudan al sistema cardiovascular y a las funciones del cerebro por contener DHA y EPA

El DHA es un ácido graso que se encuentra altamente concentrado en el cerebro, este ayuda a las células del cerebro a comunicarse entre ellas, por lo que contribuye al buen funcionamiento cerebral, protegiéndolo de enfermedades como el Alzheimer.

Otro de los beneficios del DHA es ayudar a apoyar las habilidades del conocimiento, la agudeza visual y el desarrollo total del cerebro.

Por otra parte el EPA es importante para tener vasos sanguíneos saludables, tiene propiedades antiinflamatorias y anticoagulantes, las mismas favorecen al funcionamiento del cerebro y del corazón.

El EPA ayuda a la prevención de ritmos irregulares del corazón, esto permite que se formen menos coágulos en la sangre y mejora la proporción de colesterol bueno (HDL)

De igual manera el atún facilita la variabilidad entre los latidos del corazón por lo que se reduce el riesgo de tener una arritmia cardiaca.

Gracias a los altos niveles de omega-3, el atún reduce los niveles de triglicéridos, los cuales están asociados con las enfermedades cardiovasculares, de igual manera el atún ayuda a prevenir y controlar la presión arterial y reduce el riesgo de fibrilación auricular, presente especialmente en ancianos.

El atún es una excelente fuente de proteína, vitaminas y minerales, una maravillosa forma de alimentar bien a tu cuerpo manteniendo una dieta balanceada. Además el atún puede ayudar a reducir la presión sanguínea y el colesterol. Estudios científicos han demostrado que los ácidos grasos Omega-3 encontrados abundantemente en los peces grasos como el atún, pueden ayudar a reducir el riesgo de padecimientos cardíacos, bajar el dolor de la artritis, reducir las complicaciones del asma, y es esencial en el crecimiento y desarrollo de los niños pequeños. Los ácidos grasos Omega-3 tienen la habilidad de regular y reducir los niveles de colesterol en la sangre, así como mejorar la relación de colesterol bueno y malo.

Para las personas con sobrepeso u obesidad, el consumo de atún en agua es ideal por ser un alimento de alto valor nutricional, buena fuente de proteínas y moderado aporte de calorías, ya que cada porción de 100 gramos contiene solamente 66 calorías.

La combinación de una alimentación cardiosaludable que contenga atún, junto con actividad física es la fórmula para mantener el corazón saludable y evitar complicaciones.

Dada su alta cantidad de proteínas, el atún en aceite es un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular. Los alimentos ricos en proteínas como este, están recomendados durante la infancia, la adolescencia y el embarazo ya que durante estas etapas, es necesario un mayor aporte de nutrientes.

Beneficios del atún

El atún se convierte en una de las fuentes más excelentes en ácidos grasos omega-3, siendo sumamente rico en grasas DHA y EPA, ambas grasas protegen y previenen de las enfermedades cardiovasculares, ayudando a mantener sano el corazón, además de cuidar el cerebro.

También destacan sus proteínas, fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo al convertirse en nutrientes indispensables. Por cada 100 gramos de atún encuentras 25 gramos de proteínas.

En lo que se refiere a su contenido en minerales, destaca sobretodo la existencia de magnesio y selenio, que precisamente complementan la acción de los omega-3, gracias a que también ayudan a cuidar el corazón.

En lo que se refiere al contenido en vitaminas, destacan la vitamina E y vitaminas del grupo B (como la vitamina B12, útil para mejorar la circulación). Además nutrientes como: magnesio, potasio, calcio y muchos más en menor porcentaje pero que complementados con una dieta balanceada aportan a tu organismo las vitaminas necesarias para un correcto funcionamiento.

Fuente: http://alimentos.org.es/atun-aceite

Mantenernos sanos ahora es más delicioso que nunca; pues una manera de estabilizar y aumentar el nivel de defensas de tu cuerpo es consumir los ácidos grasos Omega-3 que contiene el atún; estos juegan un papel protagónico al momento de aportar al sistema inmune, por ello las recomendaciones dietéticas en la actualidad aconsejan incluir al atún en los hábitos alimenticios de los niños y personas adultas.

El atún contiene una gran cantidad de omega 3 y estos ácidos grasos insaturados aumentan la actividad de los fagocitos o glóbulos blancos, que se encargan de acabar con las bacterias que se encuentren en nuestro cuerpo y también proporcionan protección contra daños causados por la sobre-reacción a las infecciones, permitiendo así que nuestro cuerpo se encuentre siempre saludable y con sus defensas estables.

Las proteínas son escenciales para el crecimiento de los más pequeños del hogar y el atún es una de las mayores fuentes de estas, contiene también vitaminas y minerales, siendo así una excelente opción de sabor y nutrición para una dieta balanceada.

Para nuestros hijos es fundamental tener una buena nutrición ya que esta aporta de manera significativa al crecimiento y desarrollo ellos. Además los ácidos grasos Omega-3 tienen la habilidad de regular y reducir los niveles de colesterol en la sangre, así como mejorar el balance entre colesterol bueno y malo.

Frente a muchas situaciones de estrés o contratiempos, nuestro estado anímico se puede ver afectado; generando así un cambio de humor en nosotros que puede influir en quienes nos rodean. A continuación te contamos otro de los grandes beneficios del Omega 3 en nuestra salud, que te ayudarán a vivir una vida mucho más alegre y relajada.

El atún es rico en Omega 3, un ácido graso esencial que contribuye a mejorar nuestro estado anímico y que tan solo puede ingerirse con la alimentación. A diferencia de otros nutrientes que son producidos por nuestro organismo, en el caso del Omega 3 tan solo podemos introducirlo de forma externa ya que nosotros no lo producimos.

Las personas que padecen depresión suelen tener carencia del EPA, un ácido graso eicosapentaenoico que forma parte del grupo del Omega 3 y que, si lo tomamos, consiguen reducir síntomas como la tristeza, la ansiedad o los trastornos del sueño. Por lo tanto, crea una dieta rica en este tipo de nutriente y conseguirás sentirte más vital y feliz.

Actualmente nos encontramos expuestos a muchos factores que pueden afectar a nuestra vista, entre ellos están los smarthphones, computadoras, contaminación y más… En resumen nuestra visión se ve vulnerable ante el desgaste diario que generamos en nuestras distintas actividades.

Una dieta sana aporta de distintas maneras a nuestra salud, una de ellas es la ayuda que brinda a nuestra visión; actualmente muchas personas padecen de molestias en los ojos debido a distintas causas, sin embargo es importante saber que existen alimentos como el atún, que pueden ayudar a prevenir o disminuir ciertas molestias y síntomas, ya que este es una excelente fuente de DHA, que proporciona soporte estructural a las membranas celulares y mejora el estado de los ojos secos, el tratamiento de la degeneración macular y la preservación de la vista.

El sistema respiratorio es el responsable de suministrar oxígeno a la sangre. Tus pulmones te permiten absorber oxígeno y expulsar dióxido de carbono. La tráquea filtra el aire que respiras, mientras que el diafragma (un músculo redondo) permite la respiración saludable. Entre las enfermedades que interfieren con la respiración se incluyen la bronquitis, el asma, el cáncer de pulmón, el enfisema, la fibrosis quística y las infecciones respiratorias superiores, como la sinusitis.

Además de seguir un estilo de vida saludable y tomar medicamentos, cuando sea necesario, ciertos alimentos pueden fortalecer el sistema respiratorio.

Los pescados grasos, como el atún son excelentes fuentes de ácidos grasos omega 3, que son grasas saludables asociadas con la buena salud cardíaca y la función cerebral.  Según una investigación llevada a cabo por el U.S. Department of Health and Human Services, las grasas omega 3 pueden aliviar la dificultad para respirar y mejorar otros síntomas asmáticos.